¿Soluciones imaginativas?

En la actual etapa de incertidumbre financiera se prodigan los arrendamientos con opción de compra a favor del inquilino, donde éste se asegura el uso y disfrute de la vivienda como cualquier arrendatario mientras aguarda que llegada una fecha determinada pueda optar a comprar su vivienda.

El inquilino va ingresando su mensualidad con normalidad y llegada esa fecha este importe acumulado se descontaría del importe de la compra. El propietario se asegura un inquilino fiable y éste encuentra facilidades para el pago de su futura vivienda.

Al igual que siempre ha exisitido la posibilidad de suscribir estos contratos, pero se han multiplicado en los últimos meses, también en estos días se rescatan del olvido algunas soluciones hipotecarias. Entre ellas, la que comentamos ahora.

Un propietario que tiene su vivienda hipotecada, aunque no al 100% de su capacidad, quiere comprar una segunda vivienda, pero no encuentra comprador que quiera adquirir la primera a un precio razonalbe.

Este propieario suscribe una nueva hipoteca ofreciendo como garantía de pago las dos viviendas. Durante cinco años se encuentra exento de pagar la hipoteca de su primera vivienda, de manera que tiene este (amplio) espacio de tiempo para tratar de venderla sin pagar hipoteca.

Una vez venda su primera propiedad destina el producto de la venta (o parte del mismo, lo que prefiera) a pagar parte de la segunda hipoteca.

Puede ser una solución adecuada para aquellos propietarios que no quieren malograr sus propiedades en tiempos de crisis.

Otra solución, para personas mayores, la hipoteca inversa, donde el Banco concede una renta mensual durante años a cambio de quedarse con la propiedad de la casa al término de la vigencia del préstamo, pero con matices, porque el Banco puede perder la garantía en caso de que el propietario sobreviva a la vida del préstamo.